Después de meses sin escribir… sin soltar al aire
pensamientos e inquietudes… he sentido la necesidad de sentarme a organizar
todo lo que ronda por mi mente…
El otro día volví a coger un tren… tocaba volver a Oviedo…
después de un fin de semana en Madrid… de recorrer la ciudad… de disfrutar de
la calma… del descanso… de la compañía…
Me sentaba de nuevo en un vagón… volvía a ir y venir… a
moverme… hacía mucho tiempo que no
estaba en un tren… quizás porque ahora viajo en coche o en autobús… sí que
cambian las cosas, sí…
Mi cabeza se llenó de recuerdos… cuántas horas pasadas en
estaciones… cuántas horas de camino… cuántos viajes en soledad….
Vinieron a mi mente las horas que pasé sentada viendo pasar
a la gente en la estación, en los aeropuertos… las horas meditando… de aquella
me planteaba por qué llorará el de detrás… por qué la señora que viaja a mi
lado tiene la mirada perdida… o por qué esa pareja que acaba de despedirse lo
ha hecho tan fríamente…
Me paraba siempre a analizar, las situaciones de fuera… de
los demás… porque en mi caso… me iba pero siempre volvía a mi hogar… con mi
gente… y los viajes tenían ida y vuelta cerrada… nunca había nada abierto al qué
pasará…
Hoy soy yo la que viajo… la que se despide en cada estación…
la que va de un lugar a otro… la que cuando llega a los sitios se siente
extraña… como si no perteneciera a ese lugar… la que vive sumida en la rutina…
Aprendí que las despedidas tienen que ser dulces… y fáciles…
por el bien de los que se quedan… y sobre todo por no hacer sufrir a los que se
van…
Ahora me doy cuenta de que yo , he estado en la misma
situación que aquellos que viajaban en los trenes conmigo…
He tenido la mirada perdida mientras veía cambiar los
paisajes a medida que me alejaba de mi casa… de “mi vida”… Me ha tocado
despedirme desde la calidez y el sentimiento de pérdida… irme sin saber si
volveré… Me he ido en ocasiones con la certeza de que todo estará igual… de que
pronto habrá un reencuentro… y lo que es mejor también me he ido sabiendo que
me he reencontrado con alguien a quien pensaba haber perdido… Otras veces, me
han tocado despedidas… más duras… frías… sabiendo que nada será como antes y
que ese era el final…
Pero hoy estoy aquí… viviendo mi presente… disfrutando de
los pequeños placeres de la vida… de la compañía y del sentir…